Diferencia entre revisiones de «Renfe.com»

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La página web de Renfe ha sido conocida durante años por sus numerosos problemas de accesibilidad, usabilidad, disponibilidad y experiencia de usuario.
 
La página web de Renfe ha sido conocida durante años por sus numerosos problemas de accesibilidad, usabilidad, disponibilidad y experiencia de usuario.
  
= 25 años, 25 euros, 12 picarescas, 12 D.O.S. ==
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= 25 años, 25 euros, 12 meses, 12 denegaciones de servicio ==
  
 
Durante muchos años los usuarios han sufrido fallos de diferente tipo con la web de Renfe, muchos de ellos documentados por Ingenio2010.com han sido una molestia que no dista mucho de la baja calidad de muchas páginas web ministeriales, sin embargo al ser un servicio público tan básico como es el transporte en tren siempre resultó especialmente sangrante.
 
Durante muchos años los usuarios han sufrido fallos de diferente tipo con la web de Renfe, muchos de ellos documentados por Ingenio2010.com han sido una molestia que no dista mucho de la baja calidad de muchas páginas web ministeriales, sin embargo al ser un servicio público tan básico como es el transporte en tren siempre resultó especialmente sangrante.
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La situación se agravó especialmente en el año 2017 cuando Renfe decidió lanzar una campaña que reducía el precio de los billetes al mínimo pero en número limitado sin implementar ningún sistema especial para su concesión como un sorteo. La única medida posible para conseguir billetes era meterse en la web y pulsar botones intentando comprar. Sin embargo el sitio web no funcionaba debido a la gran carga de solicitudes, que no estaban controladas por un sitio web proxy anti-caidas, no, Renfe directamente dejaba el sitio web abierto y el que consiguiera ser atendido por el servidor recibía respuesta.  
 
La situación se agravó especialmente en el año 2017 cuando Renfe decidió lanzar una campaña que reducía el precio de los billetes al mínimo pero en número limitado sin implementar ningún sistema especial para su concesión como un sorteo. La única medida posible para conseguir billetes era meterse en la web y pulsar botones intentando comprar. Sin embargo el sitio web no funcionaba debido a la gran carga de solicitudes, que no estaban controladas por un sitio web proxy anti-caidas, no, Renfe directamente dejaba el sitio web abierto y el que consiguiera ser atendido por el servidor recibía respuesta.  
  
Esto provocó un cuello de botella en las primeras páginas del proceso de compra que hizo muy infelices a decenas de miles de usuarios que no pudieron aprovechar la campaña y al mismo tiempo beneficio a los usuarios que sabían el conjunto de enlaces que había que pulsar (que probablemente eran personas cercanas al proyecto, pues conocían la implementación interna del código)
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Esto provocó un cuello de botella en las primeras páginas del proceso de compra que hizo muy infelices a decenas de miles de usuarios que no pudieron aprovechar la campaña que perdieron horas en ello y al mismo tiempo beneficio a los usuarios que sabían el conjunto de enlaces que había que pulsar (que probablemente eran personas cercanas al proyecto, pues conocían la implementación interna del código).
  
 
Mucha gente perdió entre 1 y 2 horas de madrugada durante 12 meses intentando conseguir estos billetes, la gran mayoría sin conseguirlos una sola vez.
 
Mucha gente perdió entre 1 y 2 horas de madrugada durante 12 meses intentando conseguir estos billetes, la gran mayoría sin conseguirlos una sola vez.

Revisión del 00:02 15 ene 2018

La página web de Renfe ha sido conocida durante años por sus numerosos problemas de accesibilidad, usabilidad, disponibilidad y experiencia de usuario.

25 años, 25 euros, 12 meses, 12 denegaciones de servicio =

Durante muchos años los usuarios han sufrido fallos de diferente tipo con la web de Renfe, muchos de ellos documentados por Ingenio2010.com han sido una molestia que no dista mucho de la baja calidad de muchas páginas web ministeriales, sin embargo al ser un servicio público tan básico como es el transporte en tren siempre resultó especialmente sangrante.

La situación se agravó especialmente en el año 2017 cuando Renfe decidió lanzar una campaña que reducía el precio de los billetes al mínimo pero en número limitado sin implementar ningún sistema especial para su concesión como un sorteo. La única medida posible para conseguir billetes era meterse en la web y pulsar botones intentando comprar. Sin embargo el sitio web no funcionaba debido a la gran carga de solicitudes, que no estaban controladas por un sitio web proxy anti-caidas, no, Renfe directamente dejaba el sitio web abierto y el que consiguiera ser atendido por el servidor recibía respuesta.

Esto provocó un cuello de botella en las primeras páginas del proceso de compra que hizo muy infelices a decenas de miles de usuarios que no pudieron aprovechar la campaña que perdieron horas en ello y al mismo tiempo beneficio a los usuarios que sabían el conjunto de enlaces que había que pulsar (que probablemente eran personas cercanas al proyecto, pues conocían la implementación interna del código).

Mucha gente perdió entre 1 y 2 horas de madrugada durante 12 meses intentando conseguir estos billetes, la gran mayoría sin conseguirlos una sola vez.